Análisis sobre las ayudas de vivienda en Burgos por la Red de Solidaridad

Análisis sobre las ayudas de vivienda en Burgos por la Red de Solidaridad

La pasada semana ante la inminente falta de recursos para hacer frente a hipotecas y alquileres el Gobierno propuso una serie de medidas que pasamos a analizar a continuación:

El día 25 de marzo el gobierno decretaba que no habría MORATORIA sino suspensión de pagos para las “personas mas vulnerables”, pero ¿qué quiere decir esta indefinición?

Veamos: “Podrán beneficiarse de ella quienes se hayan visto afectados por la pérdida de su empleo, reducción de jornada, un ERTE o por «deberes de cuidado». Incluirá a autónomos y pymes con una «caída sustancial» de ingresos, así como los alquileres de oficinas para ellos.” Está planteado para un máximo de 4 meses desde la declaración del Estado de Alarma; a los pequeños arrendadores esto les afectará con un 100% del pago ya que éste lo asumirá el estado.

En el caso de que la propiedad de la vivienda sea un gran propietario, de forma automática se producirá una moratoria o reducción del 50%, ambas durante el estado de alarma prorrogable a 4 meses.

Teniendo una mirada local, en nuestra ciudad, estas medidas sólo afectará al 2% de los alquileres que son los que pertenecen a grandes propietario.

En el caso de los pequeños propietarios esto es voluntario: pueden perdonar la deuda, bajar la renta al 50% o hacer una moratoria; pero si se niega a negociar ¿qué puede hacer la persona afectada que se encuentre sin recursos para hacer frente al pago?:

  • Microcrédito a interés cero a pagar hasta en 14 años
  • Ayudas al Alquiler de hasta 900€, a determinar por las Comunidades Autónomas

Además , se plantea una prórroga de los contratos de alquiler de 6 meses a aquellos contratos que venzan en 3 meses; así también se ha aprobado una medida por la cual no se puede desahuciar a nadie mientras dure el periodo de alarma alargándose hasta 6 meses. Una vez haya finalizado este plazo, miles de desahucios volverán a producirse, si es que no opera otra manera de actuar más ética y justa.

Además de las ayudas al alquiler del Decreto Ley, el Ayuntamiento de Burgos anunció a bombo y platillo la ayuda de dos millones de euro para alquileres; pero, qué casualidad que de esos dos millones solo la mitad está destinado a vivienda de familias, la otra mitad es para el pago de locales de empresarios; todo ello sin contar con que las ayudas para familias requiere de unas complicadas condiciones para conseguirlo. Además, recientemente ha vuelto ha vuelto ha anunciar que estaba dispuesto a aumentar medio millón de euros para las ayudas a empresas ante la presión de la Federación de Empresarios de Comercio, sin mencionar para nada un aumento así para las familias.

Entre las medidas implantadas no hay ninguna que ataje el problema de vivienda que sufre esta ciudad mucho antes de la crisis del coronvirus. Por ejemplo, el ayuntamiento sigue en sus trece de defender las 55 viviendas de uso turístico y el centenar de apartamentos turísticos a los que ha tramitado la licencia, así como la de otros tantos a los que se los está tramitando, sabiendo que la existencia de estos pisos turísticos hace aumentar los precios de los alquileres todavía más, siendo este de los más altos de toda la Comunidad.

Desde la Red de Solidaridad de Burgos entendemos que estas ayudas servirán como un parche para solucionar transitoriamente la situación actual, pero que a largo plazo no resuelven nada.

Estas medidas no alcanzan a quienes no estaban trabajando pero que esperaban un contrato que nunca llegó, o a quienes han sido despedidas y no tienen un contrato como gran parte de las trabajadoras del hogar o del campo. Tampoco a todas aquellas personas que están alquilando sin contratos, por no tener papeles o por conseguir alquileres mas baratos – la media del alquiler en Burgos está en 628€-. Tampoco a quienes no tienen un alta de autónomos pero obtienen sus ingresos de la venta ambulante.

Es decir, estas ayudas dejan desprotegidas, precisamente, a quienes ya estaban en una situación muy vulnerable mucho antes de la pandemia vírica a la que nos enfrentamos.

Estas medidas tampoco dicen nada de la promesa de regulación de los precios del alquiler para que no suban los precios por lo que, el control de la vivienda seguirá estando en manos de las grandes inmobiliarias y bancos- algo especialmente peligroso con la situación de desempleo masiva que se va a producir en los meses venideros-.

La vivienda tiene que dejar de ser una mercancía más regida por la oferta y la demanda; no podemos permitir que se siga especulando con algo tan esencial para la vida como es tener un hogar que nos proteja y nos cobije.

Además nos encontramos ante la desvergüenza de que las ayudas por personas a tu cargo ¡solo se aplican si eres empresario! ¿Qué ocurre con todas las mujeres que no están pudiendo realizar el famoso teletrabajo porque tienen que cuidar a sus hijos sin colegio o a ancianos?

Denunciamos también la hipocresía de entidades como la Caixa que mientras hace publicidad de su condonación de deuda a ERTEs y autónomos- ¡en sus más de 21.000 viviendas en alquiler!-, no dudaba un mes antes del estado de alarma en desahuciar violentamente a centenares de familias. Nos hacen pensar que es un “banco amable”, pero sin duda, seguirán echando a familias a las calles cuando todo esto acabe.

No queremos vuestra caridad, queremos que dejéis de mercantilizar con la vivienda.

La situación actual es alarmante pero tenemos que pensar más allá de estos momentos presentes donde cualquier medida parece la solución definitiva; ¿qué pasará dentro de 6 meses?¿nos creemos que mágicamente todos tendremos acceso al trabajo de nuevo? ¿no seguirán subiendo los alquileres? Y lo más preocupante, ¿quién pagará toda la deuda que está contrayendo el Estado durante esta crisis?

Desde la Red de Solidaridad creemos que sería ingenuo e irresponsable quedarnos de manos cruzadas esperando a que nos salven los mismos que nos han traído a esta situación; confiar en la caridad de las inmobiliarias o en el buen hacer de un gobierno que no tiene capacidad frente a la presión del lobby de las grandes inmobiliarias nos abocará tarde o temprano a la misma disyuntiva: capital o vida.

La única solución será construir nuestras propias estructuras para defender los intereses de la clase trabajadora.

Para desasosiego de inmobiliarias y rentistas anunciamos que el grupo de vivienda de la Red de Solidaridad de Burgos no se desmantelará una vez acabe la crisis del Covid19, sino que seguiremos organizándonos porque nadie se lucre de la necesidad vital de tener un hogar.

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