La incertidumbre se define como la falta de certeza, la ausencia de un conocimiento seguro y claro sobre algo.
La incertidumbre es un sentimiento intrínseco a la vida ya que nuestra posibilidad de control es limitada e incierta y deja muchas situaciones fuera del mismo.
La incertidumbre a veces da vértigo, un vértigo que quizás se haya incrementado con la situación tan incierta que estamos viviendo. Desde la comisión de psicología compartimos algunas ideas de cómo sobrellevarlo mejor.
1. Aceptar la incertidumbre: Lo primero que hay que hacer con la incertidumbre es aceptarla. Va a ser nuestra compañera en muchos momentos de la vida y tenemos que entender que esta falta de control es algo normal y generalizado. Aceptar la incertidumbre no significa resignarse ante el mundo y lo que sucede en este. Significa saber que las situaciones son cambiantes y que muchas de ellas se escapan de nuestro control. Que no podamos controlar todas las consecuencias o devenires no significa que debamos de dejar de actuar en base a nuestros valores y objetivos.
Cuando pensamos en la incertidumbre siempre pensamos en la falta de control sobre los sucesos negativos. Pero no se reduce solo a ellos, sino también a los positivos. No tener certeza total sobre lo que pasará no significa que todo lo que nos vaya a pasar sea malo. También habrá muchos sucesos positivos, sorprendentes, felices y esperanzadores. Es la mezcla de momentos buenos y malos que ya hemos vivido y que conforman la propia vida.
2. Centrarse en el presente y en aquello en lo que tenemos control: Otra forma es centrarse en el presente y en los mecanismos de acción con los que contamos aquí y ahora. La incertidumbre es angustiante porque vive en el futuro, un futuro del que nunca sentiremos tener totalmente las riendas, por mucho que lo planeemos.
Para que la incertidumbre no nos abrume, es interesante centrarnos en los pasos y acciones que podemos dar en el momento presente, es el control con el que contamos y es el margen de acción en el que nos movemos.
3. Trabajar las expectativas y su flexibilidad: Hay que ser también flexible con los planes y expectativas, la flexibilidad nos da más espacio para actuar, para remediar las cosas. Es muy posible que las cosas no nos salgan 100% como pensábamos, y eso no es un fracaso, la flexibilidad nos da nuevas oportunidades para adaptarnos a los acontecimientos imprevistos.
4. Combatir la desesperanza compartiéndola: Aunque no lo parezca, hay muchas personas que comparten o ya han vivido las sensaciones que estás viviendo y que están dispuestas a escucharte y ayudarte. La incertidumbre ahora mismo es un fenómeno compartido, no lo vivamos como algo individual. Apóyate en tus redes de confianza.
Desde la red sabemos que hay situaciones sociales críticas que pueden ser causa de este sentimiento. Para ello, existen diversas comisiones en las que te podemos ayudar, para dar respuestas colectivas a problemas compartidos. Puedes escribirnos a: redsolidaridadburgos@gmail.com
Y si tienes dudas o necesidades particulares de carácter psicológico podemos ayudarte en el email: redsolidaridadburgos.psicologia@gmail.com , toda la información será tratada confidencialmente.