Productividad en tiempos de coronavirus.

Las compañeras y compañeros del grupo de psicología han elaborado el siguiente material para poder ayudarnos a mantener la salud mental durante la cuarentena.

Hace más o menos dos semanas que estamos de cuarentena.

Durante estas dos semanas, muchas cosas han cambiado en nuestra vida, entre ellas nuestras rutinas, de una forma casi radical.

La mayor fuente de “productividad” que generábamos a ojos de la sociedad, véase nuestros trabajos o nuestros estudios, han desaparecido de nuestro día a día de la forma en que los conocíamos. Y con ello hemos “recuperado” mucho del tiempo que les dedicábamos.

Enfrentamos un tiempo con el que antes no contábamos, con la incertidumbre de hasta cuándo podremos tenerlo.

A raíz de esto nace un nuevo mandato social “ser productivo en tu propia casa”. “Realiza esas cosas que no tenías tiempo de hacer”, “crea algo nuevo”, APROVECHA esta cuarentena.

Aprovecha, menuda ambigüedad y cuánta culpa trae consigo.

¿Qué es aprovechar? ¿Cuál es la forma correcta de utilizar mi tiempo?

Nos venden “aprovechar” (desde la óptica capitalista) como sinónimo de producir, de dedicarnos a miles de actividades. Mantener una actividad frenética en la que para aprovechar del todo esta cuarentena debes estar muy informado, seguir varios directos en Instagram, ponerte fuerte, remodelar tu casa y hacerte pintora profesional.

Un aprovechamiento falso, que nos genera culpa y ansiedad. Un aprovechamiento inalcanzable, pues las expectativas son gigantes, ya que siempre se puede hacer algo más.

La cuarentena es simple y llanamente una cuarentena. El hecho de tener que estar confinadxs involuntariamente para frenar la expansión del virus.

La cuarentena es además un escenario social que nos trae mucha incertidumbre, mucha ansiedad y muy poca sensación de control. Y esto es una realidad con la que poco a poco tenemos que aceptar vivir.

Y es normal que no estemos del todo bien, que nos cueste más concentrarnos, que las dudas y los miedos nos abrumen, que el futuro nos asuste…es normal y es compartido.

Hay que tener mucha paciencia con unx mismx y con los procesos de cada unx, poco a poco nos iremos adaptando y la situación se irá normalizando.

Por eso es importante que la afrontes como quieras o como puedas. Que le des la perspectiva que a ti te venga mejor, vívela como mejor lo sientas, no como te impongan. No hay una forma correcta de hacerlo.

De cara a afrontar la productividad en el escenario de la cuarentena, desde la red, queremos compartir contigo algunas pautas:

  1. No te sobreexijas:

Intenta no presionarte más de lo que la situación ya lo hace.

Al contrario de lo que se podría pensar, la sobreexigencia nos lleva a un peor rendimiento, además de afectar a nuestra autoestima, y generarnos sentimientos de fracaso y ansiedad.

Es importante hacer planes realistas, acordes al tiempo del que dispones y a tu situación vital y emocional. Cuando no llegues a todo lo que te has propuesto, opta por rebajar tus metas, no por presionarte para alcanzarlas.

2. Permítete no hacer nada:

Date tiempo para ti, para aburrirte, para no hacer nada. Estamos buscando la activación frenética y esto nos aleja de la pausa que nuestra mente puede estar necesitando para digerir, afrontar y elaborar esta situación extraordinaria.

3. Mantén los hábitos que tenías antes:

No todo lo que hagas tiene que ser grandes cosas que nunca hayas probado.

Mantén aquellos hábitos y rutinas a las que estés acostumbradx y que te hagan disfrutar y sentir bien. Si te apetece comenzar a hacer alguna cosa nueva, adelante, pero no es obligatorio.

4. Planifica tu tiempo

Programa los ratos que vas a dedicarle a las cosas que tienes que hacer y busca un espacio tranquilo para realizarlas. Deshazte de los estímulos que puedan desconcentrarte (puedes dejar el móvil en otra habitación). Si tienes más cosas pendientes prueba a hacer una lista para evitar que rumien en tu cabeza, esto también te ayudará a organizarte. Aunque en un primer momento sientas que no te concentras, no abandones, si te mantienes un rato es probable que lo consigas.

5. Refuérzate después de acabar

Refuerza el esfuerzo que has realizado para llevar a cabo la tarea aunque los resultados no sean los que esperabas o aunque aquello que hayas hecho te parezca mínimo. Valida y valora lo que has realizado y prémiate por haberlo llevado a cabo. Para ello puedes realizar otra actividad que te guste más, ver una película, comer algo rico…

Valorar y premiar nuestros esfuerzos es importante para no recaer en la inacción, los sentimientos de fracaso o la desesperanza.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *