AFRONTANDO EL MIEDO A SALIR DE CASA
La desescalada ha comenzado y con ella volvemos a ver las calles más llenas, a personas haciendo ejercicio o niñxs jugando. Parece que la tónica general eran unas ganas tremendas por volver a poder pisar las calles, pero a su vez también nos encontramos con personas a las que esta vuelta a las calles les está resultando complicada, temerosa. Para estas segundas desde el grupo de psicología hemos creado unas pautas que podrían resultarles de ayuda:
1. Aceptar el miedo y la situación: Es normal que tras varias semanas de confinamiento y de vivir esta situación atípica se nos pueda hacer difícil volver a la “normalidad”. Han sido semanas de tensión, de incertidumbre en las que salir a la calle se daba de una forma más extraordinaria, o en la que muchas personas quizás no hayan salido ni una vez. Volver a las calles cuando hasta hace unos días era algo que se nos impedía puede resultar algo extraño y es normal que nos pueda generar inseguridad o miedos.
2. Confiar en los datos: Y aunque nuestra percepción nos lleve a pensar que la situación no ha cambiado, la realidad es que sí. Esta desescalada se ha llevado a cabo en función de unos parámetros que había que alcanzar y que se han alcanzado. Una mejora en la situación de los contagios y de la ocupación hospitalaria es lo que ha hecho que las restricciones sean ahora más laxas. Confía en la información contrastada de las personas expertas.
3. Tomar las medidas de seguridad aconsejadas: Al igual que ahora podemos disfrutar de las salidas estipuladas, también deben seguirse las restricciones establecidas y las formas seguras que se contemplan para salir a la calle. El uso de las mascarillas, el lavado de manos, mantener distancia física con otras personas son las recomendaciones con las que ahora mismo contamos. Ajustarse a ellas, significa ajustarse a la situación actual respecto al virus. Hacer uso de las mismas aumentará nuestra sensación de seguridad.
4. Comenzar paulatinamente: Salir a la calle es una opción nueva con la que contamos, no una obligación. Si no te sientes preparadx o con ganas para ello no tienes por qué obligarte a hacerlo. Respeta el tiempo que necesites para irte adaptando. Por otro lado, si tienes necesidad de salir o quieres pero te resulta complicado, trata de comenzar paulatinamente. No tienes por qué estar el primer día una hora en la calle, ni irte muy lejos. Comienza poco a poco, dando una vuelta a la manzana 5 minutos, el siguiente día un rato más…exponerte poco a poco a la situación e ir comprobando por ti mismx que no se cumplen tus expectativas de daño te ayudará a encontrarte cada vez más segurx.
Trata de no escapar corriendo a casa cuando los miedos te aborden, permanece en la calle hasta que te encuentres mejor y más relajadx. Irnos con mucha ansiedad a casa hará que asociemos el paseo con esos sentimientos y seguramente, al recordar la experiencia, la próxima vez nos costará más salir.
5. Busca formas de hacer tu paseo más agradable: Puedes elegir zonas y momentos para pasear que te resulten placenteros y tranquilos, salir a horas donde haya menos multitud. También escuchar música durante el paseo, salir con familiares o amigxs, andar en bici o hacer deporte…El objetivo es buscar algo que te motive, que distraiga tus pensamientos y que haga que el paseo resulte cada vez más positivo y menos costoso.
5. Con niños y mayores: ahondar en qué les asusta: Si nos encontramos a cargo de otras personas y son ellas las que sienten este miedo, podemos acompañarles a aplicar las pautas anteriores. Informarles en función de su edad y comprensión, ahondar en qué es aquello que les asusta (puede que se basen en información falsa o en el caso de lxs niñxs en cuestiones imaginativas que no se adapten tanto a la realidad) y respetarles en su proceso. Tratar de infundirles calma con información contrastada, con las medidas de protección que hay que seguir y si es posible acompañarles en sus salidas física y emocionalmente, dar ejemplo de calma, soporte y respetar los ratos, aunque sean cortos, que se vean con fuerzas de salir, respetar sus ganas de volver a casa y su desescalada particular.
Si la sintomatología ansiosa respecto a las salidas de casa aumenta o escapa de cierto modo de tu control, te recomendamos contactes con alguna persona profesional que pueda tratar tu caso de forma particular. Si no sabes cómo contactar, puedes escribirnos al email (redsolidaridadburgos.psicologia@gmail.com) desde donde podremos ayudarte o contactar con alguien adecuado que pueda hacerlo.