Mascarillas y guantes, artículos de lujo o de primera necesidad

Desde antes de que la presencia del COVID-19 nos abocara a la declaración del Estado de Alarma, por los recortes sanitarios y la falta de inversión en Sanidad, sin planes de contingencia y prevención, nos encontramos con un desabastecimiento masivo, lo que hizo que en muchos hospitales no hubiera mascarillas suficientes y el personal sanitario tuviera que reutilizarlas durante una semana, lo que aumenta la probabilidad de contagio (España tiene las mayores cifras de contagio entre los sanitarios). Esto, unido a la falta de previsión y gestión por parte del Gobierno, ha generado una situación de desabastecimiento generalizado y continuo de mascarillas y guantes, tanto para los centros sanitarios como para la población.

Pero además de la falta de gestión, estamos en una situación de falta de información y de formación, porque siendo los guantes y las mascarillas elementos tan preciados a día de hoy, no se puede pretender que toda la población conozca su uso.  Esto, se debería haber atajado desde el inicio de la crisis, pues un mal uso de las mascarillas y guantes, no solo no previene el contagio, sino que lo facilita, generando un gasto de recursos ESENCIALES como son en estos momentos.

Los problemas existentes en este ámbito no acaban aquí, pues, siendo las mascarillas necesarias para evitar el contagio, siendo lo más efectivo, fomentar e implantar el uso generalizado, están grabadas con un 21% de IVA. Haciendo que si ya la situación del COVID ha generado una inflación de los precios desorbitada por el funcionamiento del sistema capitalista, el precio de las mascarillas sea aún mayor. Cuál fue la solución del gobierno para que los precios no subieran de forma desorbitada, controlar el precio, eso sí, manteniendo el 21% de IVA, que tiene que pagar cualquier persona que quiera ser consecuente con las medidas higiénico-sanitarias.

Esta medida, de control del precio, sólo la han tomado en lo que se refiere  las mascarillas quirúrgicas, que evitan la transmisión de una persona infectada al resto, pero no evitan que el portador de la mascarilla se contagie; pero no en el resto de mascarillas ni en los guantes, que a día de hoy, puede alcanzar una mascarilla FPP2, los 7 y 8 euros, y la caja de 100 guantes los 15. A diferencia de las quirúrgicas, las FPP2 sin válvula, previenen el contagio en ambas direcciones, por lo que son más seguras, dado que una de las características de este virus es que es contagioso antes de presentar síntomas.

La Sanidad Universal de la que presume el Estado, no está siendo tal, pues está imposibilitando el acceso a estos artículos de primera necesidad, a todas las personas que no tiene recursos suficientes, y que no se pueden permitir el lujo de gastarse 0,96 cents, en una mascarilla de un solo uso, que ni siquiera les protege.

Por eso ahora reivindicamos un sistema gratuito de adquisición de mascarillas;  y siempre, clamaremos por nuestra salud y la de nuestros seres queridos, para conseguir un Sistema Sanitario universal y GRATUITO, en el que tener más recursos no suponga estar más protegido frente a un problema de salud.

PORQUE LA SALUD NO ES UN NEGOCIO.


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